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Por muy interesante y correcto que sea un Plan de Transformación Digital, está ampliamente demostrado que son las PERSONAS, una a una, y en Equipo las que posibilitan resultados de éxito o fracaso.

Chequea estos elementos en tu Negocio y podrás predecir, de forma sencilla y muy certera, cómo evolucionará tu empresa con una transformación digital:

1: NIVEL DE CONFIANZA.

La confianza no se pide, ni se entrena. Pero sí se otorga y se contagia. Es el pilar fundamental para el resto de los siguientes elementos.

No olvides valorar el nivel de confianza en tres dimensiones:

Auto-Confianza: cada profesional de tu empresa debe sentir confianza en sí mismos. Tú puedes ayudarles con entrenamiento, con reconocimiento, con soporte. Se la minarás si los hiperproteges, no les otorgas ámbitos de responsabilidad con permiso a equivocarse, o no les facilitas la libertad de expresar sus miedos. Y se la debilitas si les sustituyes, les presionas o los amenazas. Sin autoconfianza no hay motivación ni compromiso.

Confianza entre pares: la confianza es el factor que te va a permitir valorar cómo se coopera y/o compite en el equipo. Como líder has de estimular el logro, la sana ambición y el querer ganar.., pero si esa competencia destruye el sentimiento de confianza interna, destruyes el equipo, y la capacidad de crecimiento exponencial que deriva de la necesaria sinergia y alianza.

Confianza contigo, líder: la línea que separa la confianza vertical y el amiguismo es delgada y, a veces, difícil de diferenciar. No eres “amigo” de tu equipo, pero han de sentirte próximo, empático y has de inspirar autoridad moral, además de la formal. Para ello, has de diseñar un modelo de organización y relación flexible, en el que impere la comunicación. Y sobre todo, en el que decir “no sé, o me equivoqué, o te necesito, o gracias, o perdona…” sea fácil y cómodo. Y esto te incluye a ti. Si tú, líder, no te das permiso para ser “humano” (imperfecto, vulnerable), entonces ellos, tu equipo, tampoco se lo permiten a sí mismos.

2: NIVEL DE PASIÓN

Los equipos que pueden afrontar con éxito un proceso de transformación digital se caracterizan por su pasión, entendida como un alto grado de intensidad emocional. Esta pasión puede derivar en algunos momentos en “aparentes conflictos”, como son los debates acalorados y las defensas de posturas con radicalidad y contundencia. Y es que es necesario este diálogo abierto, caótico, en ocasiones difícil, para que surjan ideas, se cuestione todo, y se tomen decisiones.

Un equipo maduro y preparado debate en alta tensión, sin que se lesionen las relaciones, se cuestione la autoridad o competencia de nadie, y sin que nadie se sienta afectado en lo personal.

3: NIVEL DE COMPROMISO

A riesgo de que te parezca “infantil” te diré que una forma de medir el nivel de compromiso sería preguntar a cada miembro de tu equipo: ¿si mañana te encuentras con 100 mill de euros en tu cuenta porque te ha tocado la lotería, vendrías a trabajar? Y, aunque no lo creas, los hay que te dirán: sí. Haría lo que hago, aunque no me pagaran por ello.

De hecho, situaciones como la pandemia te han demostrado quien trabaja solo por dinero, y quién siente el negocio como propio.

Construir un entorno de compromiso individual y colectivo empieza por compartir un PROPÓSITO vital. ¿Has compartido con tu equipo el tuyo? ¿Conoces el suyo? ¿Trabajáis mutuamente por hacerlos realidad?

El segundo ingrediente del compromiso es la ESCUCHA. Recuerda que lo que te hace más líder no es que tú tomas más y mejores decisiones que otros realizan por obediencia. Lo que te hace más y mejor líder es crear a tu realidad más líderes capaces de tomar sus propias decisiones y asumirlas.

Y el tercer ingrediente del compromiso es la INDIVIDUALIDAD. Si eres capaz de que cada miembro del equipo se sepa y se sienta respetado, útil, que aporta valor al equipo, que le reconoces sus fortalezas, que le identificas en su individualidad, entonces, esa persona establecerá un nexo emocional contigo y con el proyecto, mucho más allá de su contrato laboral.

  1. RESPONSABILIDAD

Un equipo fuerte está formado por personas responsables. Personas que hacen lo correcto, de la forma correcta, y rinden cuentas de ello. Primero a sí mismos: capacidad de autoevaluación y autoexigencia. Segundo rinden cuentas al resto del equipo. Y tercero a sus líderes.

Como líder recuerda que la Rendición de Cuentas no consiste en reprender, vigilar, controlar y mucho menos castigar.

Rendir Cuentas consiste, brevemente, en expresar todo en forma de objetivos y resultados evidenciables; diseñar indicadores y sistemas de valoración que permitan conocer en cada momento los resultados conforme al objetivo, y construir escenarios de mejora para re-orientar siempre las decisiones y actuaciones hacia los objetivos marcados. Por tanto, se contempla qué hacer cuando se alcanzan o superan los resultados, así como qué hacer cuando no se están alcanzando.

  1. TRANSPARENCIA

Todos los equipos comunican. Por tanto la diferencia está en CÓMO COMUNICAN, desde DÓNDE COMUNICAN, QUÉ COMUNICAN, cuándo, quién y sobre todo POR QUÉ COMUNICAN.

El único estilo de comunicación posible para construir organizaciones de alto rendimiento es la TRANSPARENCIA. Transparencia significa transmitir a cada miembro de la empresa en base a lo que necesita -por su posición en la organización-; implica, de mano de la confianza, que los profesionales no propician ni impulsan rumores destructivos; compromete al líder a no ocultar, disfrazar ni mentir en ninguna circunstancia; y garantiza por responsabilidad que todos expresan con libertad su opinión, sabiendo asumir las decisiones colectivas.

  1. AFECTO

Piénsalo bien. Una organización es, sobre todo, una red de relaciones humanas. Y la relación más neutralizada pero imprescindible es el afecto. Ni puedes esperar que todo el mundo se quiera, ni se puede trabajar en un entorno hostil donde se perciben emociones negativas.

Construir un espacio de afecto significa respeto; alimentar la alegría y el positivismo como condimento; implica aceptar que cada uno, en un momento dado, va a estar con baja energía y es cuando el equipo arropa y nutre. Como líder, fomenta el reconocimiento y la felicitación. Incentiva las muestras de afecto de todos para con todos, también contigo. Y crea uno de los mejores hábitos para contar con organizaciones saludables en la dimensión emocional: FOMENTA LA MENTALIDAD DE GRATITUD.

 

Y si mi equipo obtiene valoración baja en estos indicadores, ¿qué hago? Llámanos y déjanos aconsejarte para que no pierdas más tiempo ni más dinero. Sin equipo preparado no pues crecer.

Y si mi equipo obtiene valoración alta en estos indicadores. Llámanos también para proponerte cómo escalar este alto potencial.

 

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